sábado, 25 de octubre de 2008

¿Cuál será el futuro del trigo?


Un especialista asegura que es improbable volver a los niveles de precios de los últimos 20 años y que ya se alcanzó la meseta. El granero del mundo tiene una nueva región asignada: Ucrania, Rusia y Kazajistán. Guillermo Rueda "La Nueva Provincia"


"Con todo lo que hablé de los mercados fundamentales, les pediría que, ahora, tomen esa información, la introduzcan en una carpeta y la pongan en el último cajón de la gaveta. ¿Por qué? Porque hoy atravesamos una crisis financiera global y ella es la que determina el precio de todos los commodities mundiales. Es imposible saber qué puede pasar mañana". Así concluyó su presentación Pablo Maluenda, de la consultora estadunidense FC Stone, en la reciente edición de Agrotendencias 2008, que evidenció --no sin humor-- la dinámica impensada en que se mueve, por estas horas, el negocio granario. A la confirmación de que la producción mundial de trigo ha sido deficitaria en los últimos ocho años (sólo en uno se pudo superar lo que se consumía), se agrega que, quizá, se haya logrado una nueva meseta de precios. Esto lo sostuvo Maluenda a la hora de explicar qué ha sucedido con este cultivo clave, más allá de las dos razones que contribuyeron a la baja del valor en las últimas semanas: el efecto de una mayor producción, por un lado, y la crisis financiera mundial, que generó la liquidación de commodities, por otro. "Entiendo que, para volver a valores de trigo estables y, acaso, más bajos deberán pasar dieciocho meses; es decir, dos cultivos más", comentó Maluenda, quien también consideró que no se volverá a los niveles de precios, de los productos agrícolas en general, de los últimos veinte años. "Es muy probable que hayamos logrado una nueva estabilidad para trigo, maíz y soja. Lo que pasó fue que tuvimos, durante muchísimos años, niveles de precios demasiado bajos, con desincentivo a la producción, y al aumento de la producción y, en el caso de los fletes, desincentivo a la construcción de nuevos barcos", opinó. "Esta menor producción respecto del uso provocó que los stocks finales vayan en retroceso. Incluso, en 2007 logramos el nivel más bajo de los últimos 37 años", aseguró. "Resultó natural, entonces, que el precio del trigo reaccionara violentamente al alza ante la baja de los inventarios. Esto pasó en los últimos tres años, al margen del aumento de la volatilidad de los mercados, debido a nuevos fondos de inversión que ingresaron en la especulación al mercado de commodities agrícolas", agregó. Concluyó en este punto en que el fuerte aumento de los precios provocó un alza en la producción y, este año, por primera vez en los últimos cuatro, la producción excedió al uso y se recuperaron los stocks. "Para 2008/2009 serán de 144 millones, cuando venimos de 119. De todos modos, son bajos en cuanto a la campaña 2004/2005, cuando fueron de 151 millones", detalló. Otra derivación que consideró Maluenda, quien disertó en la tradicional cita del SEMA (Servicios y Marketing) que auspicia la Federación de Centros y Entidades Gremiales de Acopiadores de Cereales, está en el aumento del valor del maíz y del etanol, así como creció la posibilidad de uso del trigo como forraje. "Esto sucede especialmente este año, que tenemos gran parte de la producción de Ucrania, y de baja calidad de países del este europeo", comentó. "China es el mayor productor de trigo del mundo, así como en algún momento fue uno de los principales importadores. Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, China lleva tres años de producción por encima del uso total y así es difícil que se convierta en importador", comentó, para agregar que en los Estados Unidos, por primera vez, la producción excede al uso y, además, el aumento del consumo de forraje excede en casi 8 veces al del año pasado. "Hemos precisado que el área sembrada de trigo no se ha incrementado y creemos que esto se mantendrá, porque se debería incentivar la producción de maíz", dijo. "A nivel mundial, la producción de trigo debería venir en aumento desde otras regiones, como el este europeo. Este, precisamente, será el granero del mundo en los próximos 15 años. Veo a Ucrania, Rusia y Kazajistán tomando el liderazgo en cantidad, mientras que la calidad debería llegar desde los Estados Unidos, Canadá, Australia y Argentina. En este punto, entiendo que la Argentina debe buscar su nicho de mercado", dijo. Acotó Maluenda que los países de la ex Unión Soviética aumentan su producción en forma violenta, porque "para ellos, exportar trigo o cualquier otro grano es dinero en efectivo". Otro incremento se advirtió en Canadá y Australia, que pasaron de 33 millones de toneladas en 2007 a 48 en el corriente año.
El caso argentino, en frases
* "La situación del trigo en la Argentina evidencia, cuanto menos, una fuerte caída".* "Trabajo, básicamente, para compañías que compran en la Argentina. Este año tuvimos trigo de 400 dólares --y más-- a nivel mundial y necesitábamos esta oferta. Lamentablemente, no la pudimos tener, ya que por motivos políticos no se pudieron exportar 4 o 5 millones de toneladas. Pasó la oportunidad y no tuvimos la ocasión de moderar los precios internacionales. Hoy, el trigo argentino saldrá, en el último trimestre del año, a un mercado de 240 dólares".* "Para colmo, Brasil este año llegó a una producción de 5,5 millones, lo cual hará que baje la cantidad de trigo argentino. Mas: compró un millón de toneladas a otros países, por lo que la dependencia será menor; eso implica que la Argentina tendrá dificultades en la comercialización".* "Entiendo que, por todos los problemas políticos y de licencias, la forma de comercializar trigo en la Argentina cambiará, o ya cambió".* "Antes, los exportadores compraban durante la cosecha, lo administraban de tal forma de deshacerse de aquella cantidad que no iban a consumir Brasil y el mercado doméstico, y el excedente lo vendían rápidamente entre diciembre, enero y febrero. Después de esto, los precios subían porque sólo estábamos supliendo la demanda brasileña".* "La venta entre diciembre y febrero era porque no había capacidad de almacenamiento y así se creó el silobolsa. Y se acabó el problema, ya que la oferta fue capaz de no tener que liquidar esos stocks en el verano, para comercializarlo con mayor soltura y sacar el mejor precio durante el año. Pero, ¿qué pasó? Volvieron las restricciones. ¿Y cuál es la estrategia de hoy?: tengo licencia, vendo trigo, a buen precio, mal precio, me da lo mismo. Me brinda un margen y lo saco rápido, porque no sé si mañana voy a tener la posibilidad de exportarlo. Entonces, se liquidan stocks y no se saca provecho del marketing que se puede hacer durante todo el año, en un mercado normal, abierto y libre".
Nota de opinión con carita
Confiabilidad¿dónde estás?
Lic. José Gabriel Foco (*)
Sin duda, cualquier análisis sobre perspectivas de precios realizado hoy se verá fuertemente limitado en su confiabilidad, debido a la alta variabilidad de los mercados financieros mundiales y, además, la incertidumbre que ello representa a futuro en lo referido a las repercusiones sobre la economía real. No obstante, para el mercado de trigo a nivel mundial se puede hacer referencia a algunos aspectos, los cuales, pese a la falta de certezas causada en los mercados financieros, generan un claro fundamento para las cotizaciones. El primero de ellos se relaciona con la producción a nivel mundial, la cual, según distintos organismos, crecería en la actual campaña más de un 10%, ubicándose así en el valor más alto de los últimos 20 años. Las causas detrás de este aumento se encuentran en la respuesta de los productores de las distintas regiones (excepto nuestro país) a los altos precios del cereal durante gran parte de los últimos meses. Asimismo, juega también la recuperación de la producción australiana, que pasó por dos campañas de muy baja producción debido a condiciones climáticas adversas y, también, el fuerte crecimiento de la producción en Rusia y Ucrania, dos países con una marcada competitividad en la producción agrícola, pero que, debido a cuestiones económicas y políticas, no habían, hasta ahora, podido reflejarla. En segundo lugar, con la oferta en franco crecimiento y con una demanda firme pero sujeta a la posible desaceleración que impondrá la crisis financiera, los stocks finales, uno de los indicadores de mayor peso a la hora de determinar las tendencias de precios, presentan una recuperación para la actual campaña. Es cierto, la recuperación los ubica aún lejos de los valores promedio que presentaba el cereal a principios de la década, pero revierte la tendencia de los últimos años y da mayor previsibilidad acerca del abastecimiento. Para el mercado local, en tanto, lo descripto anteriormente no hace más que reforzar la previsión de que los precios se ubicarán en niveles por debajo de los que percibió el productor este año, ya que desde el gobierno no hay señales que permitan prever algún cambio en la política de aseguramiento del abastecimiento interno, tanto en cantidad como en precio. Y ello pese a las previsiones de una de las menores cosechas de trigo, incluso ya prevista por la Secretaría de Agricultura en uno de los últimos informes, donde señala la posibilidad de una alternativa de mínima para la próxima campaña que podría ubicarse en los 9,5 millones de toneladas.


(*) De la Dirección de Estudios Económicos, Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca.



No hay comentarios: