miércoles, 26 de noviembre de 2008

HARTO DE VERBITSKY


Por Matías Longoni / 10 de octubre 2008

Estimados amigos de Diario sobre Diarios:Escribo para decirles que me tienen podrido Horacio Verbitsky y sus lecciones sobre el buen periodismo. Realmente cansado. Leo en su edición de hoy en el DsD que en su habitual columna dominical en Página/12 ese “prócer” del periodismo, al que los más jóvenes no deberíamos atrevernos a cuestionar, vuelve a criticar las coberturas de Clarín -diario para el que trabajo- y La Nación sobre el conflicto entre el Gobierno y el campo. Dice Verbitsky: “Tal como ocurrió a partir de marzo, los grandes diarios asociados a la agresión la califican como “paro” o “protesta” y son asombrosamente genéricos a la hora de explicitar sus causas”. Luego, como si hubiese descubierto la pólvora en otra de sus maravillosas investigaciones, revela que ambas empresas son socias en Expoagro. Y atribuye a esa situación el tenor editorial de sus respectivas coberturas.Me tienen podrido Verbitsky y otros colegas periodistas de Página/12, que vinculan la utilización del latiguillo “paro del campo” o “paro agropecuario” con una siniestra campaña de desinformación para debilitar al Gobierno. Y me tienen podrido porque al establecer dicha figura, lo que hacen es desvalorizar una y otra vez el trabajo que podemos estar realizando colegas que no tendremos el lustre de ellos, pero si conservamos algo de memoria.Desde que soy periodista, en 1993, y me ocupo de los temas agropecuarios, cada vez que el sector protagoniza un conflicto como el actual todos titulamos con el bendito “paro del campo”. Me sucedía cuando trabajaba en la estatal Télam, que ahora (como Página) se cuida mucho de cometer ese desliz. Sucede ahora que me paga el sueldo Clarín. La única culpa que puedo admitir es que, por tratarse de un latiguillo, ese título tiende a la simplificación de un conflicto que siempre tiene demasiadas aristas. Pero basta, para entender, con leer los artículos hasta el final. Verbitsky debería probar para aprender un poco sobre el sector del cual ahora tanto escribe.Pero Verbitsky me enseña que de lo que yo escribo hace tantos años es en realidad un “lock out” de las patronales sojeras y oligárquicas. Y apunta que si yo escribo como escribo es porque la empresa para la cual trabajo está inmersa en un complot de proporciones mayúsculas. Me tiene podrido.Recurro al archivo de Página/12. Allí descubro no sin sorpresa que ese diario, como todos los demás, también complotó de lo lindo en otros tiempos, no muy lejanos. Desde que tiene memoria digital, sus menciones a los “paros del campo” o a los “paros agropecuarios” aparecen a borbotones. Surgen infinidad de títulos cuando los conflictos de 2002, post-devaluación. Y hasta el propio Verbitsky cede a la tentación de hablar de “paro” en sus columnas dominicales del 13 de agosto y el 3 de diciembre de 2006. Hace menos de 2 años. Me queda claro que ellos aprendieron a titular bien recién cuando el conflicto rural comenzó a amenazar el poder al cual tan bien defienden en sus crónicas.Me tiene podrido Verbitsky, que me enseña que debo hablar de “lock out”. Pienso por qué habría de hacerlo. Los que algo sabemos de agro, tenemos claro que la protesta del sector es protagonizada por decenas de miles de productores que en realidad son empresas familiares, unipersonales, y muchas veces hasta monotributistas. Igual que muchos periodistas y colaboradores de los medios, facturan cada vez que realizan un trabajo: a veces ganan más que los escribas, pero muchas otras ganan menos.Me tiene podrido Verbitsky. Aunque soy injusto: gracias a él ahora sé que cuando se declare un conflicto con los “colaboradores” que abundan en muchísimos medios y cobran migajas, no debo titular con el remanido “paro” de periodistas. Debo usar “lock out”, porque en definitiva se trata de empresarios autónomos que luchan por preservar su híper-rentabilidad, aunque no produzcan soja.
October 10, 2008 En la categoría: Opinión

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lunes, 24 de noviembre de 2008

El dólar real que recibe el agro es de 2,21 pesos

El "dólar soja" de 2008 ha sido el más bajo desde el retorno de la democracia, según un trabajo de la revista especializada Márgenes Agropecuarios que difundió la Bolsa de Comercio de Rosario. De acuerdo al análisis, esta situación se da por la combinación de altas retenciones a la exportación con un tipo de cambio bajo, en comparación con los vigentes en los últimos 25 años.

A fines de octubre pasado el dólar soja se ubicaba en torno a 2,21 pesos/dólar, producto de descontar a los 3,40 pesos a que cotiza la divisa estadounidense en el mercado el 35% de retenciones a la oleaginosa. Así, el tipo de cambio vigente para el principal cultivo de la Argentina resulta inferior al que regía incluso en la convertibilidad. En esos momentos el dólar (actualizado a octubre de 2008 según el Indice de Precios Mayoristas) cotizaba algo por debajo del actual (entre 3,20 y 3,41 pesos), pero las retenciones a la soja eran sólo 3,5%. El tipo de cambio para el producto, así, era más competitivo.
La mejor situación, según la bolsa rosarina, se produjo en la hiperinflación de 1988/89. En ese momento el derecho de exportación estaba en 39%, pero el dólar actualizado cotizaba a 13,17 pesos. Es decir, el "dólar soja" fue de 8,03 pesos, el más alto de la serie.

El peor registro no es el actual. Cuando este año el Gobierno implantó las retenciones móviles, la soja llegó a tributar 43,5% de retención, y por lo tanto su tipo de cambio fue el más bajo en 25 años, de 1,83 pesos. Esta es una explicación del malhumor que la medida produjo entre los productores: su soja valía menos que nunca a pesar de los altísimos precios internacionales.

La entidad rosarina hace suyo, en este escenario, la conclusión del trabajo: que hoy "las retenciones deberían ser bajas o nulas".

Clarín

domingo, 23 de noviembre de 2008

Opciones para reducir la incertidumbre del campo


Señalaron que están contempladas en un proyecto de ley que impulsa el radicalismo. René Bonetto subrayó que desde el inicio del período democrático "éste es el peor gobierno para el sector"


Dentro de las actividades programadas por la Unión Cívica Radical local, se llevó a cabo en la Sociedad Rural el encuentro regional agropecuario. Disertó el ingeniero René Bonetto, presidente de la Fundación Alem, quien hizo referencia a la política agropecuaria, el radicalismo y el campo. Por su parte, la ingeniera Gladys Raymonda habló sobre los arrendamientos, y los ingenieros Edgardo Mascardi y Eduardo Manciana tuvieron a su cargo la presentación del proyecto de ley agropecuaria. También participó el diputado nacional Pedro Azcoiti y el cierre estuvo a cargo de Gerardo Morales. En forma previa a la reunión, Bonetto consideró en diálogo con la prensa que "Argentina es un país netamente agrario y en este momento no se reconoce el rol estratégico que el agro tiene en la vida nacional. El Gobierno, por sus actitudes, no sólo por su falta de política o política inadecuada, es esencialmente antiagrario, este es el peor gobierno para el sector agropecuario que ha habido por lo menos desde 1983, que se recuperó la democracia hasta el presente". Como consecuencia "hay que trabajar doblemente para lograr torcer el curso de los acontecimientos, es una actitud suicida. Pareciera ser que en el gobierno nacional, a los responsables de la política económica y agropecuaria se les ha aflojado un tornillo, porque no alcanzamos a comprender esta agresión, esta ceguera hacia lo que está pasando en el campo argentino, es realmente grave y desesperante", sentenció Bonetto. Frente a la crisis, expresó: "Creemos que hay que cambiar de protagonistas, porque en la discusión y en la elaboración de las medidas que el campo necesita poco podemos esperar de este Poder Ejecutivo, es la hora del Congreso nacional. Hay un déficit político y debe disponerse de una política agropecuaria que no esté sujeta a los humores del gobernante de turno. Tiene que haber un cuerpo legislativo que le asigne el rol estratégico que realmente le corresponde al sector agropecuario y en función de ese rol, diseñar las políticas que vayan más allá de las coyunturas, después el Poder Ejecutivo modificará levemente en función de los acontecimientos del momento", indicó el presidente de la Fundación Alem. Como ejemplo citó "la ley agrícola de Estados Unidos y la de México. Nosotros estamos proponiendo una ley agraria que dé cobertura al sector agropecuario, debajo de ese gran paraguas se debe prender la política específica agropecuaria, lechera, ganadera, que hoy Argentina no tiene". Ley agropecuaria Por su parte el ingeniero agrónomo y economista agrario, Eduardo Manciana, quien es presidente de la Asociación Argentina de Economía Agraria, productor agropecuario y fue subsecretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de los gobiernos de Ricardo Alfonsín y Fernando De la Rúa, habló sobre la ley agropecuaria que impulsa el radicalismo. "El primer elemento, pilar y objetivo de la ley, es bajar el nivel de incertidumbre que tiene el productor agropecuario". Fundamentó Manciana que "hay tres elementos centrales en el concepto de incertidumbre o lo que se llama la tasa de riesgo del productor agropecuario en términos económicos. La primera es la incertidumbre climática, la segunda es el mercado y la tercera son las políticas públicas". Para reducir la tasa de riesgo, la ley propone "para la incertidumbre climática, una nueva ley de seguros agropecuarios con primas subsidiadas para daños sistémicos, como son heladas, granizo, sequía, etc. Para la incertidumbre mercado, la ley contempla devolverle al ONCCA la función de fiscalización y no la de ejercer política agrícola, crear fondos propios para cada cadena, como así también todos los institutos que a demanda del productor se requieran y devolverle al mercado la transparencia que hoy no tiene, desregulando las exportaciones de carne, eliminando la prohibición de exportar del trigo y a la ley de comercio exterior devolverle en plenitud su capacidad de acción. Con respecto a la incertidumbre de políticas públicas, hay que crearle estabilidad fiscal al productor, lo que dice la ley es lo que se va a hacer durante el tiempo que la misma dure, ese horizonte será intocable". A ello se agrega "eliminar los impuestos distorsivos como las retenciones y cambiarlo por los impuestos que realmente justifican el nivel de actividad en un empresario capitalista que es ganancias, IVA y patrimonio". Los otros capitulos de la ley tienen que ver "con los desarrollos de los territorios rurales, que en cada cuenca de producción homogénea haya una concentración de acciones del punto de vista social, de infraestructura, económica, para que tengan su propia lógica de funcionamiento, con programas específicos, creando fondos que sean alimentados por la propia producción", concluyó.




sábado, 22 de noviembre de 2008

La gente detrás del conflicto



El Círculo Argentino de Periodistas Agrarios (CAPA) y el Banco Galicia organizan una nueva edición del concurso "Periodismo agropecuario: un periodismo que suma", destinado a periodistas en actividad y estudiantes de la carrera. En esta ocasión, y debido a que 2008 ha sido un año muy particular en información agropecuaria, la consigna es "La gente detrás del conflicto". La idea es identificar y premiar notas que hayan retratado con calidad y objetividad periodística a los hombres y mujeres que protagonizaron uno de los acontecimientos de mayor envergadura en la historia del agro argentino. El concurso se divide en cuatro categorías: gráfica, radio, televisión y fotografía. En todos los casos, los materiales deben estar referidos a una persona o grupo de personas, ya sea que tengan relieve público o permanezcan en el anonimato, que hayan formado parte de la protesta desencadenada a partir del 11 de marzo. Se aceptarán trabajos publicados o difundidos entre el 11 de marzo y el 30 de octubre de este año. A mediados de diciembre, en el cóctel anual del CAPA, se dará a conocer la nómina de ganadores. El ganador de cada categoría recibirá un premio de 2.000 pesos; el segundo, mil pesos. Los seleccionados recibirán además una estatuilla representativa del certamen. El jurado estará integrado por cuatro miembros de la comisión directiva de CAPA (Carlos Curci González, Juan Manuel Repetto, Matías Longoni y Darío Guardado); cuatro representantes de la Comisión de Enlace (FAA, SRA, CRA y Coninagro) y representantes del Banco Galicia y de la Secretaría de Agricultura. Los materiales deberán ser enviados al Círculo Argentino de Periodistas Agrarios (CAPA), en formato digital, hasta el 30 del corriente a concursocapa2008@gmail.com. Las bases se pueden consultar en http://www.periodistasagrarios.com.ar/





miércoles, 12 de noviembre de 2008

El documento completo del Foro Agroindustrial



EL FORO DE LA CADENA AGROINDUSTRIAL ANTE LA SITUACIÓN ACTUAL DEL SECTOR


Buenos Aires, 11 de noviembre de 2008


Las más de 40 entidades representativas que integramos el Foro de la Cadena Agroindustrial Argentina, conformamos una alianza estratégica de productores, de proveedores de insumos y equipos, de la industria alimentaria, de comercializadores de granos y de carnes, del transporte y demás servicios, y de exportadores.
En conjunto, estudios recientes señalan que generamos más de un tercio de todos los empleos del país, casi la mitad del valor agregado de la producción de bienes y más del 50% de las exportaciones argentinas. Por otra parte somos, sin dudas, uno de los sectores más avanzados, tanto en el uso de tecnología, como en el concepto empresarial moderno de trabajo en redes, que nos vuelve marcadamente competitivos a nivel mundial. Asimismo, nos enorgullecemos de ser parte de un sector amplio y solidario, tanto en sus conductas generales como a través de múltiples programas específicos.
Nuestra visión siempre ha sido que un sector agroindustrial plenamente desarrollado es la clave para lograr el progreso de todos los argentinos. El potencial productivo de las actividades que integran este Foro, nos confirma que la cadena agroindustrial está en condiciones de satisfacer plenamente las necesidades del mercado doméstico y aprovechar, al mismo tiempo, la creciente demanda de alimentos a nivel mundial, siempre que se dé un contexto razonable dentro del cual trabajar; un contexto previsible que permita pensar en el futuro y actuar a largo plazo.
Con motivo de la celebración de este encuentro anual, los integrantes del Foro de la Cadena Agroindustrial, hacen pública su posición en relación con la situación general del sector.
Han transcurrido ya casi seis meses desde que, muy a su pesar, los productores se vieron forzados a dejar lo que más aman y mejor saben hacer que es producir para salir a la calle a reclamar que no se concretara un aumento en los derechos de exportación que, tal como estaban diseñados, hubieran constituido un despojo establecido, para colmo, por medios manifiestamente inconstitucionales.
Tal reclamo, fue un verdadero clamor al que se sumaron amplios sectores de la sociedad, sin banderías políticas ni intereses particulares. Se trató de un reconocimiento a lo que se percibe como el gran pilar de la economía nacional, el campo y las cadenas vinculadas y un repudio a un estilo en la toma de decisiones, que ignora la opinión de quienes habrán de ser afectados por las mismas.
Todos sabemos como se resolvió el diferendo. En su límite más tenso, triunfó la institucionalidad.
Pero también creímos, quienes compartimos la cruzada, que habían triunfado la sensatez y el llamado a la reflexión y a la actitud conciliadora entre el gobierno nacional y los integrantes de los sectores productivos de nuestra cadena.
Desgraciadamente, nada de ello ha ocurrido. La situación hoy es, para el sector, mucho más grave de lo que era al tiempo de desatarse el conflicto.
Desde luego que la crisis internacional ha sido un componente sustancial en la emergencia, pero quienes la sufren dentro de la cadena, vienen soportando, desde el mismo momento del voto “no positivo”, una actitud francamente hostil y discriminatoria, como si se tratara de una sanción por la osadía de haber defendido lo que era justo.
Poco podemos hacer para modificar el escenario internacional, pero estamos seguros de que afectaría menos si se encontrara el apoyo, la participación y la comprensión del gobierno que es de todos los argentinos. También queremos que sea el nuestro.
Los productores rurales no son una oligarquía rentística, artificialmente enriquecida al calor de las necesidades alimentarias de sus compatriotas.
Son los que invierten todos los años, con elevado riesgo, miles de millones de dólares en suelo argentino, movilizando a los servicios, la maquinaría, a los proveedores de insumos, y la industria agroalimentaria que permitió, entre otras cosas, sobrellevar y superar la crisis de principios del siglo que, sin el aporte del agro, podría haber derivado en un conflicto de magnitud inestimable.
Reclamamos que el gobierno entienda que la agroindustria, como lo ha hecho la población, a la que no nos cansaremos de agradecerle por su acompañamiento incondicional, que somos la actividad económica más importante y movilizadora, no solamente desde el punto de vista económico sino hasta desde un enfoque cultural, basado en la defensa de un estilo de vida consustanciado con el interior más profundo, por el amor por la tierra y por el trabajo multiplicador y esforzado, cuyos frutos se vuelcan cada año al nuevo desafío de producir.
Nunca hemos pedido subsidios ni apoyos especiales, sólo reclamamos un sistema de reglas de juego justas, estables y no discriminatorias, dictadas por autoridades constitucionalmente facultadas para ello.
Peticionamos, con el derecho que nos da la Constitución, que se respete la facultad de ejercer industrias lícitas sin que para participar del negocio agrícola se requiera de una matrícula autorizante, o que para exportar o importar se necesite de una autorización especial.
No podemos aceptar que se establezca un régimen de sanciones que viola el principio, también constitucional, de garantía de defensa y de que no puede existir pena sin ley previa, emanada de autoridad competente.
La suerte de la exportaciones más importantes del país no puede estar atada al arbitrio de funcionarios que se arrogan facultades excepcionales reservadas, en muchos de los casos, a la propia Constitución, y deciden, por sí y ante sí, quién puede producir, vender, comprar, almacenar, exportar o ejercer cualquier actividad en el sector.
Con reglas claras, razonables, estables y no discriminatorias, quienes integramos este Foro estamos convencidos que la agroindustria puede crecer exponencialmente en los próximos años y entendemos que urge corregir el rumbo, más aún con el momento histórico que estamos viviendo. Argentina está en condiciones de renacer como una gran potencia alimentaria y agroindustrial.
Esperamos ser escuchados por las autoridades porque quienes formamos parte de los sectores nucleados en este Foro, palpamos a diario el sentimiento de los hombres y mujeres que constituyen la más amplia base del agro y sus cadenas vinculadas.
Por ello el Foro de la Cadena Agroindustrial Argentina sostiene, con fundamentos, que sólo saldremos de esta instancia comprometedora que se cierne sobre nuestro sector, a través del diálogo abierto y franco entre los ámbitos públicos y privados, destinado a enriquecer las políticas públicas, única alternativa capaz de construir consensos que transformen los conflictos en soluciones productivas y duraderas.


Entidades que integran el Foro de la Cadena Agroindustrial Argentina


Asociación de Bancos de la Argentina (ABA)
Asociación de Bancos Privados de Capital Argentino (ADEBA)
Federación de Cámaras de Tecnología Agropecuaria (ACTA)
Asociación de Productores Exportadores Argentinos (APEA)
Asociación de Semilleros Argentinos (ASA)
Bolsa de Cereales
Bolsa de Cereales de Córdoba y Cámara de Cereales y Afines de Córdoba. Tribunal Arbitral
Bolsa de Cereales de Entre Ríos
Bolsa de Cereales, Oleaginosos, Frutos y Productos de Bahía Blanca
Bolsa de Comercio de Rosario
Bolsa de Comercio de Santa Fe
Cámara Algodonera Argentina
Cámara Argentina de Consignatarios de Ganado
Cámara Argentina de la Industria de Productos Veterinarios (CAPROVE)
Cámara Argentina de Productores Avícolas (CAPIA)
Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinarias Agrícolas (CAFMA)
Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA)
Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos (CIAFA)
Cámara de Legumbres de la República Argentina
Cámara de Puertos Privados Comerciales (CPPC)
Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (CASAFE)
Cámara de Semilleristas de la Bolsa de Cereales (CSBC)
Cámara Industrial de Aceites Vegetales de Córdoba
Centro Azucarero Argentino
Centro de Consignatarios de Productos del País
Centro de Consignatarios Directos de Hacienda (CCDH)
Centro de Corredores de Cereales de Rosario
Centro de Corredores y Agentes de la Bolsa de Cereales
Centro de Corredores, Comisionistas y Consignatarios de Cereales y Oleaginosos de Santa Fe
Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA)
Centros de Exportadores de Cereales (CEC)
Confederaciones Rurales Argentinas (CRA)
Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL)
Federación Argentina de Entidades Empresarias de Autotransporte de Carga (FADEEAC)
Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM)
Federación Argentina del Citrus (FEDERCITRUS)
Federación de Centros y Entidades Gremiales de Acopiadores de Cereales
Federación Lanera Argentina
Sociedad Rural Argentina (SRA)





jueves, 6 de noviembre de 2008

La soja, esa maravilla



Publicada 10/04/2008
Panorama agropecuario / Miguel de Oromí Escalada



El mito de que la “sojización” destruye al campo y es mala para la Argentina no es más que eso: una mentira que desconoce la realidad.


“La soja genera poca mano de obra. Es casi un yuyo que crece sin cuidados especiales.” C F K


La presidente y su marido no saben hacerse ayudar por alguien con experiencia, independencia y coraje en el asunto de las retenciones. Las tres cosas juntas: con experiencia porque obviamente si no se sabe no se puede explicar nada. Con independencia porque si se sabe pero hay fuertes intereses creados no se va a poder dar un buen consejo. Con coraje porque, si se sabe lo que hay que decir y hay independencia, pero… hay miedo a decirles a los Kirchner lo que se piensa, no hay posibilidades de hacer un aporte constructivo. Tengo la sensación de que, a diferencia de muchos líderes de la actualidad que han sabido estudiar otras posiciones cuando llegaron al poder, el matrimonio K tiene temor o terror a que se le devalúen sus activos intelectuales si hacen algo parecido y descubren que muchas de sus teorías no son aplicables a la realidad argentina. Porque si no fuera así, si no tuvieran ese temor o terror a la devaluación de sus activos intelectuales, no se entiende porqué expusieron así su capital político en este caso y no llamaron ni siquiera en reuniones privadas y confidenciales a las mentes más claras del país a opinar sobre los aspectos, políticos, técnicos, económicos, sociales y legales de este problema de manera de o bien construir esta mega decisión de aumentar las retenciones con un poco más de solidez o bien desecharla por ineficaz.. Por lo que se sabe no hablaron con nadie que no fuera su círculo íntimo que carece de las características antes señaladas. El fenómeno de la sojización es una de esas maravillas que se dan de tanto en tanto. El aumento en los últimos 15 años del área de la soja se debe en buena parte a que se descubrió la soja resistente al glifosato. (RR) Este herbicida mata casi todas las malezas pero no la soja RR. Con este descubrimiento se posibilitó la siembra directa evitando roturar la tierra para matar las malezas porque ese papel lo cumple el glifosato. Y al no romper la tierra se posibilitó el ingreso de nuevas zonas a la agricultura de la mano de la soja. ¡11 Millones de hectáreas aproximadamente o un 50% del área sembrada!!!! Los campos que se volaban. Al no roturar no se volaron más., Los campos que se anegaban. Al no roturar más no quedaban blandos y las máquinas no se empantanaban más en las cosechas. Infinidad de casos como estos. Es cierto que la agricultura de hoy respecto a la de hace unos quince años demanda menos mano de obra directa. ¿No se llama eso aumento de la productividad? ¿O la Presidenta quiere que volvamos a la cosecha manual para aumentar el empleo? ¿O que la indumentaria se haga toda a mano? Si se hubiera sabido buscar un asesoramiento adecuado le hubieran explicado que la soja no es una opción solitaria y que si bien es cierto que hay menos gente empleada en la soja , la nueva agricultura que la soja posibilita es un sistema de producción que incluye a la soja al trigo y al maíz principalmente y que estos están íntimamente relacionados ocupando cada uno un papel en el sistema de producción. También le hubieran explicado que el torrente de fondos que vino a los pueblos del interior y a las ciudades como consecuencia del mayor valor agregado de la nueva agricultura respecto a las alternativas productivas preexistentes ha generado muchos empleos agropecuarios y no agropecuarios y que lo que importa en todo caso es el efecto neto sobre el empleo y su calidad o ingreso medio. Es que si la soja produjera tanta desocupación en el interior: ¿porqué se quejan tanto cuando se la desestimula con las retenciones? ¡Debieran sentirse liberados de ese terrible agente del desempleo! Obviamente la soja crece en área sembrada debido a este descubrimiento porque las nuevas superficies que se pueden incorporar deben necesariamente pasar por la planta colona que es la soja RR (no la soja común que no resiste el glifosato). Una vez implantada la soja RR se tarda entre dos y cinco años –según el grado de invasión- en limpiar el campo de las malezas acumuladas por años de roturación del suelo que las multiplicó. De allí la sojización . A partir de allí empieza la parte linda. El trigo y el maíz que suceden a la soja mejoran en sus rendimientos ya que la humedad no se la llevan más las malezas porque la soja dejó el campo limpio.. Se conforma así un nuevo sistema de producción en donde a la soja la sucede el trigo-soja de segunda y después el maíz para volver a la soja de primera al cuarto año. Pero los primeros años hay que hacer una alta proporción de soja para poder limpiar los campos. Pruebas al canto:: la soja aumentó en los últimos 15 años de 11 a 45 millones de toneladas aumentando su presencia en casi 11 millones de hectáreas. Dentro de ellas había áreas invadidas por malezas, tierras que se volaban, tierras anegadizas, terrenos poco fértiles. Aún así no solo no decayó en sus rendimientos sino que estos aumentaron en un 31% (de 2160 a 2830 kg/ha). La soja fue limpiando los campos para el maíz y el trigo. El maíz no fue desplazado por la soja sino todo lo contrario aumentó su superficie en un 14% . (2.4 a 2.8 Mill Ha). respecto siempre a la base del 91/94 esto es antes que se difundiera la soja RR. La soja limpió el campo de gramón y sorgo de alepo y posibilitó no solo la siembra directa sin malezas sino la posibilidad de aplicar fertilizantes y las mejoras genéticas en semillas de una manera muchísimo más eficiente. En consecuencia los rendimientos de maíz subieron espectacularmente en un 80% cosa que no hubiera sido posible si la soja no hubiera limpiado el campo previamente. El aumento conjunto de los rindes y el del área sembrada hicieron posible pasar de 10.6 a 22 Mill de toneladas (+107%) de maíz. ¿Dónde está el desplazamiento? El maíz deja el campo con más malezas que antes de sembrarlo pero la soja después lo limpia. Pero el maíz aporta un gran volumen de rastrojos que se incorporan y sirven a facilitar el desarrollo de la soja posterior. Son un sistema de producción integrado y no dos cultivos independientes.. Finalmente el trigo: tampoco fue desplazado por la soja. Su superficie aumentó en un 17% (de 4.5 a 5.3 Mill de has) . Asimismo la producción aumentó un 43% respecto a la base del 91/94. De 9.8 a 14 Mill de toneladas que alcanzan para el consumo y la exportación que al escribirse estas líneas está cerrada. Los rindes aumentaron un 22% y también los influyó la menor existencia de gramón y de sorgo de alepo. Pasaron de 2170 a 2650 kg/ha. En definitiva se nota un gran vigor de la soja en el aumento del área sembrada pero fundamentalmente es así por la característica de la soja RR (no la común) de resistir al glifosato y de actuar en función colonizadora de un sistema de producción. Si el gobierno quisieras moderar esta tendencia debiera quitarle regulaciones, retenciones y controles a las alternativas de la soja antes que demonizarla y aplicarle retenciones. Con la ganadería y el trigo en penitencia es más que sensato que el productor siga prefiriendo a la soja.




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