miércoles, 26 de noviembre de 2008

HARTO DE VERBITSKY


Por Matías Longoni / 10 de octubre 2008

Estimados amigos de Diario sobre Diarios:Escribo para decirles que me tienen podrido Horacio Verbitsky y sus lecciones sobre el buen periodismo. Realmente cansado. Leo en su edición de hoy en el DsD que en su habitual columna dominical en Página/12 ese “prócer” del periodismo, al que los más jóvenes no deberíamos atrevernos a cuestionar, vuelve a criticar las coberturas de Clarín -diario para el que trabajo- y La Nación sobre el conflicto entre el Gobierno y el campo. Dice Verbitsky: “Tal como ocurrió a partir de marzo, los grandes diarios asociados a la agresión la califican como “paro” o “protesta” y son asombrosamente genéricos a la hora de explicitar sus causas”. Luego, como si hubiese descubierto la pólvora en otra de sus maravillosas investigaciones, revela que ambas empresas son socias en Expoagro. Y atribuye a esa situación el tenor editorial de sus respectivas coberturas.Me tienen podrido Verbitsky y otros colegas periodistas de Página/12, que vinculan la utilización del latiguillo “paro del campo” o “paro agropecuario” con una siniestra campaña de desinformación para debilitar al Gobierno. Y me tienen podrido porque al establecer dicha figura, lo que hacen es desvalorizar una y otra vez el trabajo que podemos estar realizando colegas que no tendremos el lustre de ellos, pero si conservamos algo de memoria.Desde que soy periodista, en 1993, y me ocupo de los temas agropecuarios, cada vez que el sector protagoniza un conflicto como el actual todos titulamos con el bendito “paro del campo”. Me sucedía cuando trabajaba en la estatal Télam, que ahora (como Página) se cuida mucho de cometer ese desliz. Sucede ahora que me paga el sueldo Clarín. La única culpa que puedo admitir es que, por tratarse de un latiguillo, ese título tiende a la simplificación de un conflicto que siempre tiene demasiadas aristas. Pero basta, para entender, con leer los artículos hasta el final. Verbitsky debería probar para aprender un poco sobre el sector del cual ahora tanto escribe.Pero Verbitsky me enseña que de lo que yo escribo hace tantos años es en realidad un “lock out” de las patronales sojeras y oligárquicas. Y apunta que si yo escribo como escribo es porque la empresa para la cual trabajo está inmersa en un complot de proporciones mayúsculas. Me tiene podrido.Recurro al archivo de Página/12. Allí descubro no sin sorpresa que ese diario, como todos los demás, también complotó de lo lindo en otros tiempos, no muy lejanos. Desde que tiene memoria digital, sus menciones a los “paros del campo” o a los “paros agropecuarios” aparecen a borbotones. Surgen infinidad de títulos cuando los conflictos de 2002, post-devaluación. Y hasta el propio Verbitsky cede a la tentación de hablar de “paro” en sus columnas dominicales del 13 de agosto y el 3 de diciembre de 2006. Hace menos de 2 años. Me queda claro que ellos aprendieron a titular bien recién cuando el conflicto rural comenzó a amenazar el poder al cual tan bien defienden en sus crónicas.Me tiene podrido Verbitsky, que me enseña que debo hablar de “lock out”. Pienso por qué habría de hacerlo. Los que algo sabemos de agro, tenemos claro que la protesta del sector es protagonizada por decenas de miles de productores que en realidad son empresas familiares, unipersonales, y muchas veces hasta monotributistas. Igual que muchos periodistas y colaboradores de los medios, facturan cada vez que realizan un trabajo: a veces ganan más que los escribas, pero muchas otras ganan menos.Me tiene podrido Verbitsky. Aunque soy injusto: gracias a él ahora sé que cuando se declare un conflicto con los “colaboradores” que abundan en muchísimos medios y cobran migajas, no debo titular con el remanido “paro” de periodistas. Debo usar “lock out”, porque en definitiva se trata de empresarios autónomos que luchan por preservar su híper-rentabilidad, aunque no produzcan soja.
October 10, 2008 En la categoría: Opinión

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